Podríamos hablar de la calle Princesa como “la pequeña Gran Vía” de hecho ambas se dan la mano en la Plaza de España. Dando un paseo por uno de los principales accesos a la capital vemos como el flujo continuo de gente y el movimiento desenfrenado, dan vida a una de las vías más comerciales de Madrid. Cerquita, hacía el Paseo de Rosales, nos encontramos con El Templo de Debod, uno de los rincones más representativos y queridos de la capital. Los jardines que lo rodean te invitan a tumbarte y disfrutar de la magia de este monumento egipcio. Los destellos del sol y la luz que se refleja en el agua que lo enmarca, dotan al Templo de Debod de un aura especial.
Después de visitar esta maravillosa construcción os recomendamos algunos restaurantes para comer como Cuenllas en la calle Ferraz 3 o en Quintana 30, en la calle Quintana 30. Con el buen tiempo no podéis dejar de visitar las numerosas terrazas del Paseo de Rosales para tomar unas “cañitas”. Entre ellas os recomiendo Rosales 20. Del bullicio al relax en un paseíto…